Un mes viviendo en Fráncfort: experiencia y descubrimientos


Y así como si nada, ya cumplimos un poco más de un mes viviendo en Fráncfort. Tiempo que me ha pasado volando y en el que me he ido adaptando a un nuevo piso que ya siento como mío. No hay día que no alucine con las vistas que tengo a los rascacielos. Y mientras las veo, os escribo para contaros cómo estoy viviendo este nuevo comienzo y de paso, hablaros de mis nuevos descubrimientos.

Mi nuevo piso en Fráncfort

Se trata de un piso más grande que el que teníamos en Berlín, por lo que actualmente todavía sigue bastante vacío. Aunque ya conseguí vaciar todas las cajas, colocar todos los muebles que tengo y organizar el trastero. Estrenamos sillas y armarios nuevos, aunque todavía nos queda mucho por hacer hasta que el vestidor esté listo. La terraza, la entrada, la iluminación y la decoración general, serán cuatro grandes proyectos pendientes para septiembre. Mes en el que recibiremos un nuevo sofá y una cama personalizada.

Adaptándome a mi nueva rutina

Al piso no me ha costado adaptarme, pero a la ciudad... Me está costando un poco más. Aunque, ya voy encontrando mis lugares. Como por ejemplo, el mercado que visito cada jueves para comprar fruta, verdura y flores. Tiene una floristería más pequeña que la de Berlín, pero con bastante variedad y flores de temportada. Pero en general, el mercado es mucho más grande, variado e incluso, hay puestos de comida casera para llevar. Respecto a los supermercados, ya hemos encontrado dos grandes y modernos que nos gustan mucho. Otra cosa que me encanta, es que tengo un parque adaptado para corredores muy cerca de casa.

Miniguía de cafeterías en Fráncfort

Cada domingo y sin excepción, salimos a explorar los alrededores del barrio. Es una zona residencial muy tranquila, llena de casas con fachadas y jardines muy inspiradores. Ya he desayunado en unas cuantas cafeterías, de ahí que quiera compartir mi lista de descubrimientos. Para desayunar, os recomiendo mucho la cafetería Soulmatte Coffee & Bar, Happy Green West Café Grün (Feldbergstraße 28). Esta última es la que (en mi opinión) más encanto tiene de las tres. Para comer una buena tarta alemana, no os podéis perder alguno de estos tres clásicos de Fráncfort: Siesmayer CafehausCafé Laumer y Kaffeehaus Goldene Waage. Otra cafetería que me encantó, se llama Bricks Coffee with Friends (Graf-Philipp-Ludwig-Straße 2, Hanau) y se encuentra en un pueblo que se llama Hanau.


Mis tiendas favoritas de muebles y decoración en Fráncfort

Pero, durante este mes no solo descubrí cafeterías. También me dediqué a conocer diferentes barrios de la ciudad, recorer su casco antiguo o almorzar en su mercado de comida conocido como Kleinmarkhalle. Aunque sin duda… Lo que más hice, fue ir a grandes almacenes de muebles y tiendas de decoración. La que más me gustó, se llama Kontrast (Hanauer Landstraße, 293 ) y está en una antigua fábrica de ladrillo. También os recomiendo el Maisons du Monde (Oderstraße 16, Hanau) que hay en un pueblo a veinte minutos de Fráncfort. Sin olvidar, Matri la tienda donde compramos nuestra cama y en la que próximamente, compararé una daybed para el vestidor.


Algunas diferencias que encuentro entre Fráncfort y Berlín

Desde mi perspectiva, que supongo no coincidira con otras, destacaría las siguientes. Fráncfurt es una ciudad más cara, en la que todo (especialmente el alquiler y salir a comer) cuesta entre el doble o el triple. Aquí noto que hay muchísimo más calor y humedad, por lo que agradezco infinitamente tener aire acondicionado. La gente es mucho más amable y habladora, algo que se agradece. Otra cosa que me gusta, es que la ciudad está bien estructurada para moverse en bicicleta. Otra diferencia obvia, es que hay un único centro. Por lo que hay menos cosas y es una ciudad mucho más pequeña que Berlín. Por último, diría que es mucho más moderna y alemana. Y mucho menos alternativa, desde el punto de vista cultural, artístico y gastronómico.

Comenzaré a contaros mis nuevos descubrimientos de Fráncfort a partir de otoño

Tengo muchas ganas de empezar a descubrir más al detalle mi nueva ciudad y luego, contaros mis descubrimientos. Entre otras cosas, se me apetece perderme en su jardín botánico, conocer sus museos y descubrir los pueblos de los alrededores. También tengo muchas ganas de acabar de poner el piso a mi gusto e inspiraros decorativamente.


Pero esto tendrá que esperar hasta otoño porque justo en este momento, me encuentro viajando en coche para pasar lo que queda del verano en Asturias. Por cuarta vez consecutiva, hacemos un viaje de carretera desde Alemania hasta Asturias. Esta vez viajaremos durante tres días (y con gatito incluido), disfrutando de alojamientos con encanto en Francia. Un viaje totalmente diferente a los anteriores y una nueva aventura que os contaré en el siguiente artículo.

¡Y hasta aquí ha llegado el post de hoy! Ya me contaréis qué os parecido todo lo que os he contado. Espero que estéis disfrutando del verano y os mando un abrazo.

¡Me tomo una pausa bloguera! Volveré a actualizar el blog, el primer viernes de octubre. Pero como siempre, os espero en Instagram o Threads donde ya estoy compartiendo mi viaje de carreteraY si queréis recibir contenido exclusivo, podéis suscribiros a mi Newsletter¡La próxima saldrá muy pronto!

¿Os gusta lo que comparto y queréis agradecérmelo? Ahora podéis hacerlo invitándome a un café.

Comentarios