Mi visita al museo y cafetería Liebieghaus en Fráncfort


No hay mejor época que el invierno para descubrir nuevos museos. Aún más si vives en Alemania donde los primeros meses del año se hacen eternos, por oscuros y fríos. Y como no hay mal que por bien no venga, este será mi plan con un doble objetivo: descubrir mi nueva ciudad e ir creando una guía de museos de Fráncfort en español. Guía que inauguro ya mismo con el museo de esculturas Liebieghaus que está situado en una casona antigua a orillas del río Meno. De él, destacaría dos cosas: su colección de Grecia Antigua a todo color y su acogedora cafetería.


5.000 años de historia de la escultura en 1.600 metros cuadrados de exposición

En el museo Liebieghaus encontraréis cuatro colecciones de esculturas en diferentes estancias de una casona antigua. La exposición comienza por la colección de esculturas de la Antigüedad (egipcia, griega y romana), sigue por las esculturas de la Edad Media y termina con las de la Edad Moderna. Sin olvidar, su colección de 200 esculturas de marfil que encontraréis en la planta subterránea. Es una sala muy oscura, dando protagonismo al blanco de las esculturas y resaltando todos sus detalles.


Medusas Farben, el mito griego a todo color entre Atenea y Medusa.

Encontraréis esta exposición en la colección de esculturas antiguas. Lo que la hace especial, es que expone una réplica de la cabeza de Medusa que está pintada con los colores antiguos originales. Para mi sorpresa, muy vivos y vibrantes. También hay otros objetos que ilustran la historia entre Atenea y Medusa, un conflicto que acaba muy mal según la mitología griega. Resumiendo mucho la historia, Atenea se siente humillada y transforma a Medusa en una criatura con cabello de serpientes y que petrificaba a quien la mirara directamente.



El interior de la casona, su jardín y su cafetería, otras obras de arte en sí mismas.

Tan interesante me resultó la colección de esculturas, como recorrer el edificio que fue construido en 1890 con todo lujo de detalles y excelentes materiales. De ahí que entre escultura y escultura, sea difícil resistirse a no pasar un buen rato observando los detalles de sus techos, suelos, escaleras y ventanales. Sin olvidar, su jardín donde encontraréis más esculturas y la terraza de su cafetería Café im Liebieghaus. Como todo allí, tiene un encanto especial. Además de tartas caseras y algunos platos, los domingos sirve desayunos. Disfrutarlos en su terraza durante la primavera o el verano, debe ser (como mínimo) paradisíaco. 






Algo que tenéis que tener en cuenta al planificar la visita, es que el museo estará cerrado desde el 24 de febrero hasta el 6 de marzo cuando reabrirá sus puertas con una nueva exposición llamada "Isa Genzken meets Liebieghaus". La entrada cuesta ocho euros, no abre los lunes y se puede acceder a la cafetería de manera independiente.

¡Y hasta aquí ha llegado el post de hoy! Ya me contaréis qué os ha parecido o si ya conocéis este museo.

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