Tips para sobrevivir a la visita de una madre española en Alemania
Siempre os digo que vivir en Alemania tiene muchas ventajas, pero también el mayor de los incovenientes: estar lejos de la familia y de los amig@s que más quieres: ¡y que encima hablan español! Además y como os contaba hace tiempo aquí, mi progresiva alemanización siempre me juega malas pasadas. Más todavía, si tengo visita "made in Spain a más no poder" en mi piso berlinés: ¡Ay, mi madre!
Mi madre no es una madre prototípica, tampoco es mujer de ciudad ni trotamundos. Ella necesita ante todo su asturiana zona de confort, sus cafés entre hermanas, y la seguridad de saber por donde anda y con quien va. De ahí que cuando la tenemos de visita aquí en Berlín, todo es un poco raro para ella al principio. Pero al final siempre disfruta de la ciudad de lo lindo. ¡Eso si, a su manera!
Y como ya no soy ninguna principiante en esto de las visitas maternas, voy a intentar compartir con vosotros algunos consejos para sobrevivir a esta convivencia tan particular de la mejor de las maneras. Aunque no voy a engañaros, esto no es tan fácil como aparenta: ¡siempre acabaréis perdiendo la paciencia!
1. No intentes impresionarla con una casa "reluciente", porque no servirá de nada. Ella encontrará rincones sucios por todas partes y la que te impresionará será ella a tí cuando llegues del trabajo y no reconozcas tu casa. El #porquénotienesescoba y el #aquínohaylejíaoqué, será la peor de tus pesadillas...
2. Llevarla de compras por la milla de oro berlinesa no es buena idea.Conciénciate de que se pasará horas en esas tiendas que tanto odias: ¡los turísticos souvenirs! Las grandes tiendas de jardinería o de labores son palabras mayores. ¡Tómate la tarde libre! #esascosasallínolashay #maratónIdee
3. No la dejes beber ni una gota de café fuera de casa. Nunca le gustará, y te pondrá mala cara durante toda la jornada. Eso sí, vete ahorrando si tienes una cafetera de cápsulas en casa. ¡El café desaparece, pero ella nunca es! #lapróximatomounchocolate
4. ¡Lo de reciclar ni hablar!
Da igual que le expliques donde van los envases, o los restos de
comida. Reciclará todo a su manera y si la pillas en alguna, se hará la
loca o te dirá que ella no sabía que #losenvoltoriossontambiénenvases.
5. Si quiere hablar por teléfono: ¡cierra puertas y ventanas! De por sí, el tono de voz de los españoles me suele poner bastante irascible. ¡El de mi madre más de lo normal! Lo gracioso es que cuando acaba, viene muy seria y te cuenta de lo que estuvo hablando como si no lo hubieses estado escuchando en vivo y directo: bueno yo, ¡y todo el vecindario! #noesparatanto #noteescuchastú
6. Limita sus preguntas a una por minuto.
Mil veces te preguntará que es esto y aquello, cuál es el bote de sal o
el de la mascarilla del pelo. Date por satisfecho si recuerda alguno de
los nombres de los lugares que visita. Total, ¿para qué haría ella ese esfuerzo? Ya te tiene a tí para que se lo recuerdes cuatrocientas veces y sino #meloinvento #VamosalPikiwiki (Peek&Cloppenburg)
7. ¡Desprejuíciala, pero ya! Mi madre es de lo de siempre, lo de toda la vida. Y a menudo, cae en la mala costumbre de desconfiar de lo que no conoce. Querida Mama, ahí nunca irás a comer a un restaurante chino pero aquí dejaste el plato limpio tanto en el vietnamita, en el griego, en el mexicano, como en el japonés. #nadadepalillosplease #yonoteníaestabarriga
8. Ten paciencia y apréndele unas palabras básicas en alemán. Al
principio no se atreverá a hablar, y si alguien intenta interactuar con
ella saldrá corriendo. Pero ya verás que orgullo sentirás cuando en la caja del
super la escuches decir su primer: ¡Danke!
9. Nunca le digas que coja los folletos de publicidad que reparten por la calle o te arrepentirás. En su pueblo eso no pasa. Se tomará muy en serio eso de ayudar a los paisanos con su trabajo y los cogerá todos sin excepción. ¡Pero claro, siempre después de que tú los hayas rechazado un segundo antes!
10. Nunca la dejes fumar en casa.
No es que en su casa lo haga, pero de esta manera se irá animando poco a
poco a dar una vuelta diaria alrededor de la manzana donde vives. ¿Y por
qué no? Por fin podrás vengarte a la inversa con ese
#enmicasehaceloquedigoyo que tanto te decía cuando aún vivías con ella,
tuviera razón o no...
Pero Mamá no todo van a ser quejas, que por mucho que refunfuñe cuando estés aquí bien que te echo de menos nada más despedirnos en el aeropuerto. Tú ya sabes, no me hagas mucho caso, será que estoy alemanizada perdida: ¡puro amor de madre!
¿Qué me decís?
¡Espero vuestros comentarios!
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¡Hasta la próxima berlinada!
Si te has quedado con ganas de más, sígueme en las redes sociales donde comparto mi día a día y un montón de recomendaciones más.
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Estoy de acuerdo con todo lo que dices pero tomar un cafe solo en Berlin imposible de todas maneras me lo pase requete bien y repetire PEPA preparate
ResponderEliminarOh nooooooo!!!!!!! :)
Eliminar¡Cómo me he reído! Cuando me he llevado a mi madre de viaje, también he tenido que "encarrilarla" un poco. Enseñarle alguna palabra extranjera, hablarle de las costumbres y de las cosas típicas...
ResponderEliminarBesitos ;)
entonces tú ya sabes del tema, eh? :)
EliminarJajaja muy divertidos los tips, y aunque no lo he vivido en primera persona -noch nicht-, estoy segurísima que muchos de ellos aplican también para mi madre. Que por cierto, viene el próximo año. así que a medida que se vaya acercando el momento, empezaré con la preparación mental para sobrevivir a la visita. :-)
ResponderEliminareso, eso, prepárateeee! Aquí me tendrás de apoyo ;)
EliminarMi madre me hizo pedir una Currywurst sin salsa y sin curry. Ejem ...
ResponderEliminarjiijijiji! :)
EliminarMe ha encantado el post!!! Las madres son así, no se le puede dar más vueltas.... ;) Un beso!!!
ResponderEliminareso es verdad, habrá que aceptarlo! :)
Eliminarjajaja! acabo de descubrir tu blog, me han pasado este post porque hace poco tuve a mi madre en casa y me pasó lo de la limpieza extrema... las demás anécdotas me prohibió contarlas porque me lee ella y me leen sus amigas XD
ResponderEliminarte dejo el link del post que hice yo, bórralo si te parece, no es mi intención hacer spam, solo me hizo gracia xD
http://remorada.com/2015/04/29/una-de-ventanas-en-dos-actos/
Hola! A mí también me lee, pero ya sabe como soy. Por suerte, me da plena libertad para contar lo que quiera, será que se fia de mí (sí, sí que tampoco lo cuento todo). Me encantó tu post, quizá lo comparta en las redes sociales, si me dejas... :)
EliminarHola: para nuestras madres salir de su ciudad o del país ya es todo un acontecimiento. No viajaron tanto como nosotras y todo es nuevo y diferente. Me gustaron mucho tus consejos para sobrevivir a la visita de una madre. Si te sirve de consuelo cuando la mía viene a mi casa nunca está todo lo suficientemente limpio y los cafés no saben como los de las cafeterías de su ciudad. Madres!!! y las adoramos... seguimos en contacto
ResponderEliminarYa te digo, tienes toda la razón!
EliminarParece que estos consejos son universales eh? Con y sin alemanización....
Un saludo!
Jajjaja, mi madre es muy "alemana" y, de hecho, no sabe alemán pero siempre que va a Alemania lleva un "Langescheidt" de bolsillo en el bolso para poder interactuar.
ResponderEliminarLG!
Fina
Pues si que tienes suerte, quien la verá tirar de diccionario en mitad del super, eh?
EliminarGracias por pasarte, me encanta vuestro blog :)
Que risa me he divertido mucho leyendote!!besos
ResponderEliminarme alegro :)
EliminarHola!!
ResponderEliminarAcabo de descubrir este blog. YO vivo en Viena y suscribo todo lo que dices. Si te apetece pasar por mi blog lee "donde tirar el papel higiénico en Viena según la tía Elisa" , ,vas a flipar. Jajaja. Si es que las tías y madres españolas son la pera!! Jajajaja.
Estamos en contacto si quieres
Besos desde Viena
ya te digo, un peligro! :)
Eliminar¡Qué risa, paisana! Mi madre albaceteña afincada en Asturias al contrario, recicla allá donde vaya. Pero sí que se suele quejar de los cafés jajaja
ResponderEliminarBesos
pues eso está muy bien! Lo de los cafés debe ser universal :) qué quejicas!
EliminarMe ha encantado el post Pepa, muy bueno.
ResponderEliminarBesitos
jajaja que simpático post , madre sola hay una y son así y punto !! jejeje
ResponderEliminarUn besazo
http://www.thetrendysurfer.com/
Y que remedio que aceptarlo ;)
Eliminar¿Ha leído ella el post? jajajaj... no sé si le va a hacer mucha gracia... Quédate con lo bueno, mujer. Un abrazo ♥♥
ResponderEliminarSiiii, y comentó la primera :) Ya me conoce, todo bajo control!
EliminarMe he reido muchísimo! jaja
ResponderEliminarSoy malagueña pero vivo en Londres y me he visto reflejada en tu post! está genial! :)
Entonces claro que me entiendes, eh? Gracias por tu comentario y hasta la próxima :)
EliminarCreo que viajaré pronto a Málaga, quizá te pida consejo!
'¡¡¡¡qué genial tu post!!!! me ha super encantado!
ResponderEliminarBesos rojos por doquier!!!
qué bien! Besos berlineses!
EliminarTe acabo de descubrir a través de Entre suspiros y un cafe, me gusta mucho tu blog y me parece muy ameno y divertido ah! Y sobretodo me pone mucho los dientes largos con los post de viajes. Una nueva seguidora
ResponderEliminarMuchas gracias y bienvenida :)
EliminarJajajajaja me parece muy divertido tu post
ResponderEliminarDanke :)
EliminarYa te lo dije pero te lo repito por aquí...Uno de los post que más me ha gustado!!
ResponderEliminarMe parto al leerte. Sin pelos en la lengua jajajaja.
Yo siento cosas parecidas cuando mi madre viene a casa a visitarme, sólo que tiene manías diferentes, como por ejemplo que no se sienta ni un minuto (tampoco después de comer o cenar) y no nos deja echarnos una cabezacita con tanta preguntita...
Gracias :) Pues no te creas, que me corté bastante...
EliminarTe creo, hay cosas que deben ser universales!
Jajaja..... Me parto! Súper simpático tu post! Me encanto la parte del teléfono! Qué cosa más cierta!
ResponderEliminarUn beso
Bueno, no tienes tiempo de aburrirte !!!
ResponderEliminarEn mi caso, a mi madre le encanta ver, saber y aprender ... ha vivido en diferentes países, supongo que eso me viene de ella. Pero siempre hay algún momento, como bien dices #enmicasasehaceloquedigoyo, pero las queremos igual !!! Jaja
Un besote reina!
eso sí! Aburrimiento 0! :)
EliminarLeer tu blog y pensar cuando mi madre venga de Argentina a visitarme..me pegare este post en la heladera para recordarlo jajaja muy bueno!
ResponderEliminarya nos contarás, eh? jijiji!
EliminarBuenas Pepa!
ResponderEliminarMis padres han venido más de una vez a verme, y la verdad es que se apañan bastante bien ellos solos. Pero algunas cosas que comentas las he vivido yo. Nunca jamás han pisado un chino en España, pero aquí van a cualquier sitios donde les lleve, y tan contentos. Y el café... son unos apasionados y siempre se quejan del aguachirri que se encuentran en Alemania. Han aprendido a pedir Capuchino, que dicen es lo más bebible.
De la limpieza de la casa antes de su llegada no digo nada... la última vez me hicieron la compra para un mes entero.
Un saludo!!
pues no te quejarás, que bastante suerte tienes :)
EliminarHola Pepa!
ResponderEliminarAcabo de leer tu post y me he reído muchísimo! en menos de un mes vienen mis padres a visitarme y estoy ¡que no sé a dónde llevarlos! jejeje
Me haré caso de tus consejos (aunque en el caso del japonés y el sushi... no creo que pasen por el aro jejeje)
Un abrazo de berlinesa a berlinesa! :)
Pues, ánimo! Ya me contarás! :)
EliminarQue buena Pepa!
ResponderEliminarMe ha encantado tu post. Yo también vivo en Alemania y a pesar de que las visitas de mi madre son un poco distintas, he visto algunas costumbres que identifico! jijijiji
Estoy encantada de haber descubierto tu blog. Nos vemos por aquí, porqué me quedo! :-)
Willkommennnnnnn!!!! :) Me alegro, hasta la póxima!
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