Mis própositos para lo que queda de cuarentena (y todos ellos empiezan con la misma letra)

En mi primera publicación de este año, compartía con vosotros mis objetivos personales y profesionales para este 2020. Algunos de ellos los he ido cumpliendo sin problema, o más bien, manteniéndolos como buenos hábitos. Otros de ellos, debido a toda esta situación del COVID-19, ahora son impensables y deben quedarse pospuestos hasta que todo este revuelo pase. Como ha cambiado el panorama en cosa de meses, ¿no? Me entra la risa, si pienso en mi propósito de viajar lo máximo que pudiera este 2020 y hacer escapadas cada dos meses. Pero al menos, tuve la suerte de disfrutar unos días de Viena. Lo de no poder pasar más tiempo con los que quiero, va a ser lo que peor lleve. Más que nada porque la mayoría de mis amigos y familiares viven en España. Vivir esta situación buscándole permanentemente el lado bueno, es todo un reto. Pero vivirla lejos de tu país de origen, a dos bandos y sin saber cuando podrás volver a ver a tu familia, es un poco frustrante. Así que intento no pensarlo demasiado y aún menos, reflexionarlo. Es más, creo que la mejor opción para mantener la salud mental, es aceptar la situación y adaptarse cuanto antes a ella. Y justo esto último, es lo que voy a hacer con los propósitos que había planteado para este año. Voy a cumplir los que me queden pendientes y los que no pueda, ahí se quedan. Y de paso voy a redefinirlos, añadiendo otros que sin duda me ayudarán a sentirme mejor lo que quede de cuarentena. Y encima, todos ellos empiezan con la misma letra: R de resiliencia.

Lo que queda de cuarentena voy a:

1. Recuperar la confianza tanto en mi cuerpo como en mi mente
Justo hace un año, acababa mis tratamientos oncológicos y superaba dos tipos de cáncer con éxito. Esta fase tan difícil, me llevó a perder la confianza tanto en mi cuerpo como en mi mente. Y ocurrió básicamente porque a pesar de lo que tenía, nunca me encontré mal ni tenía síntomas. A día de hoy y ya recuperada, esto ha cambiado. Me encuentro cada día mejor, estoy otra vez en buena forma física y voy recuperando poco a poco, esa confianza tanto en mi mente como mi cuerpo.

2. Reinventar mi tiempo libre y mis planes culturales
Es increíble la cantidad de propuestas virtuales que están surgiendo como consecuencia del confinamiento. Justo en el post anterior, os proponía cinco planazos virtuales (y gratis) que ofrecen algunos de mis museos favoritos. Además en Berlín, muchos restaurantes, panaderías y confiterías, se han reinventado y están sirviendo menús de comida para llevar. Los puedes pedir online, y pasar a recogerlos sin tener el más mínimo contacto. Y la verdad, me parece una idea perfecta para apoyar a los negocios locales y salir de la rutina culinaria.

3. Redefinir mejor mis horarios personales y de trabajo
No sé el motivo, pero últimamente no consigo terminar de trabajar a tiempo. Es decir, dentro del horario que tengo establecido diariamente para mi jornada de trabajo. Esto se debe a que hacer lo que me gusta, me pierde. Definitivamente tengo que aprender a saber parar a la hora, aunque me muera de ganas por seguir un poco más con lo que estoy haciendo.

4. Rematar la página web de mi nuevo proyecto profesional
Este es el motivo principal,  por el que no consigo lograr el propósito anterior. Estoy tan emocionada, haciendo la página web para mi nuevo proyecto profesional que no sé parar. Siempre pienso para mí, 5 minutos más, 10 minutos más. Y al final, lo que iban a ser unos minutos se convierten en horas, y me descuadra la rutina que tengo organizada alrededor de la cena.

5. Relajarme 20 minutos al día tomando el sol, leyendo o escuchando algo inspirador 
Esto es posible porque tengo una hamaca en la terraza. Tumbarme en ella veinte minutos al día, a tomar el sol mientras leo o escucho algo inspirador, me relaja un montón. Y de paso, me ayuda a combatir mis niveles bajos de vitamina D. Claro que siempre lo hago cuando el sol no es muy intenso y uso protección. Y para rematar este momento, a veces me sirvo un café frío (con o sin una bola de helado de vainilla) para convertir este hábito diario, en uno disfrutón.

6. Reciclar esas prendas cómodas que ya tengo e integrarlas en mis looks caseros

He decidido que voy a estrenar todas esas prendas que compré hace mucho tiempo y tenía pendientes en el armario. Y lo voy a hacer, aunque sea para estar en casa o bajar al mercado. Me niego a renunciar a esa sensación de alegría que me provoca el estrenar algo y a no verme tan bien en casa, como me veo fuera. Además tengo un montón de conjuntos de punto muy cómodos que puedo usar perfectamente para trabajar en casa y otras prendas que aunque ya no se vean tan bien para usarlas fuera, son perfectas para hacer looks salvavidas y de paso, darles una segunda vida.

7. Rechazar la negatividad, tanto de los medios de comunicación como de la gente
Cuando todo el tema de la pandemia empezó, me obsesioné un poco mirando las noticias. Luego pasé a otra fase, en la que las miraba una vez al día. Desde hace semanas, he estado notando el malestar y la negatividad que ese hábito me estaba generando. Así que decidí cortar radical y desconectar tanto de los medios de comunicación como de las personas que despiertan en mí, algún tipo de emoción negativa.

8. Recompensarme día a día y mantenerme positiva

Esto es algo que nadie debería olvidar y menos, en estos tiempos. Aunque no lo parezca, cada día aprendemos un montón de cosas nuevas, superamos baches y problemas, sean grandes o insignificantes. Salimos airosos de situaciones desagradables, somos solidarios y pase lo que pase, avanzamos. No sé el motivo por el que a veces olvidamos parar, respirar y recompensarnos por cada obtáculo que superamos. Creernos que lo que hacemos, lo estamos haciendo bien y también que vamos a poder con todo lo que nos propongamos. Salir airosos de esta pandemia, no va a ser menos.

9. Retarme a continuar con mi rutina de ejercicios diarios y volver a la pista
Todo un reto que me propuse al inicio de este año, cuando volví a recuperar mi forma física. Como ya os dije hace tiempo, me gusta mucho hacer deporte y os confieso que de joven fui una deportista profesional de gimnasia rítmica. Ahora con lo que más disfruto, es haciendo yoga, pilates o ejercicios de fitness que me ayuden a recuperar mis niveles de elasticidad, resistencia y fuerza. Y como aquí está permitido, hemos empezado a salir a correr un par de días a la semana por la naturaleza.

10. Responder con tranquilidad o no responder, cuando me pregunten si me corte el pelo
Como sabéis los que me seguís en Instagram, esta semana cambié mi foto de perfil por una actual. Muchos me preguntasteis si me había cortado el pelo o cambiado de look. Lógico, apenas me conocéis o me habéis empezado a seguir hace poco. Mucho menos os imagináis que mi nuevo look, sea resultado de lo que os contaba en el punto número uno. Lo entiendo perfectamente, no lo hacéis con mala intención pero aún así, me agobia. Y como no quiero dar explicaciones al respecto cien veces al día, decidí no contestar a la gran mayoría. Lo que encuentro muy raro, es que me lo pregunten personas cercanas que saben perfectamente por lo que he pasado el último año. Me hace replantearme si tienen sentido común o les falla la memoria a largo plazo. Probablemente sería más fácil decir: sí, me lo he cortado. O quizá, no publicar esa foto que me encanta y en la que aparezco con un nuevo peinado. Pero, sinceramente paso.

Y hasta aquí ha llegado el post de hoy. Espero que os haya gustado, inspirado o entretenido un rato. Os reto a que compartáis conmigo vuestros propósitos para lo que queda de cuarentena, y a poder ser, que todos empiecen por la misma letra. Espero vuestros comentarios y de paso, aprovecho para mandaros un abrazo.

Y como siempre os espero en Twitter y Instagram, donde comparto mi día a día y un montón de recomendaciones más. Y si te gustan tanto mis looks como mi estilo decorativo, pásate por mi perfil de 21 Buttons desde donde los podrás comprar.