20 datos curiosos sobre las ardillas rojas

El verano pasado me empezó a visitar una ardilla a la que decidí llamar Clementina. Se trata de una ardilla roja o común que es típica de los bosques de Europa y tiene el pelaje pelirrojo con la barriga blanca. Aquí en Berlín, es muy común verlas por cualquier lugar en el que haya árboles. Lo que no me imaginaba, es que este pequeño roedor iba a aparecer en la terraza de un quinto piso para usar mis macetas de despensa.

 

 

Cada día le preparo un plato de comida porque siempre viene puntual a desayunar. Necesitó bastante tiempo para confiar en mí y que me dejara acercarme a ella. Pero ahora, hasta me viene a buscar a la puerta. Verla me hace feliz y parece ser que no solo a mí. Pues se ha convertido en una estrella de Instagram y siempre que subo fotos o vídeos de ella, recibo un montón de mensajes. Y como me soléis decir que os encanta saber más cosas sobre ella, decidí recopilar todos los datos que ya conocía sobre las ardillas rojas en este artículo.

 

20 datos curiosos sobre las ardillas rojas:

1. El adjetivo que mejor las define es: acumuladoras. No paran de buscar alimentos, siendo capaces de recolectar entre cuatro mil y diez mil nueces, semillas y bellotas al año. ¿Y por qué lo hacen? Para poder abastecerse y sobrevivir durante los meses de invierno.

2. Usan una técnica llamada "acumulación por dispersión" para evitar que otros animales les roben. Es decir, las ardillas esconden su comida en infinidad de escondites diferentes: tejas, recovecos, esquinas, huecos de árboles... Y su favorito, bajo tierra. Pero esto no lo hacen al tuntún, sino que lo esconden por categorías: las bellotas allí, las avellanas allá, las nueces por aquí...

3. Las ardillas rojas son excavadoras profesionales, pudiendo cavar hasta treinta centímetros de profundidad.

4. Esconden tantísimas cosas que no siempre recuerdan dónde las dejan y recuperan solamente la mitad de lo que escondieron gracias a su memoria, su olfato y observar la disposición de la tierra.

5. Las ardillas rojas se alimentan de mucho más que de semillas y frutos secos. También comen frutas, bayas silvestres, brotes e insectos. En situaciones límite, incluso comen huevos de pájaros o caracoles. Si estáis pensando en alimentar a alguna ardilla silvestre, es muy importante que compréis alimentos especiales para ellas. En Alemania, los encontraréis en la tienda Fressnapf.

6. Construyen nidos de estructura redonda a base de ramas y cualquier material que encuentren. Suelen acolchar su interior con musgo, hojas, paja o algodón que reutilizan para resguardarse o taponar la entrada cuando hay mal tiempo.

7. Las ardillas rojas construyen varios nidos y van cambiando de uno a otro dependiendo de la época del año. En uno pasan el invierno y en otro el verano. E incluso, tienen en un nido especial donde crían a sus retoños.

8. A su habilidad de excavar se unen otras dos: correr muy rápido y escalar varios metros con dar un salto.

9. Su cola, además de graciosa, tiene múltiples funciones: manta en invierno, paraguas cuando llueve, sombrilla en verano, mantener el equilibrio cuando corren y dirigir sus movimientos cuando saltan o nadan. Además, los movimientos de la cola de las ardillas también tienen una función comunicativa. Por ejemplo, si bajan su cola y la mueven de lado a lado significa que están estresadas o en alerta.

10. Las ardillas rojas tienen cuatro dedos en sus manos y cinco en las patas traseras. Estas últimas tienen una doble articulación, lo que les permite girar mucho los tobillos y escalar tan rápidamente hacia arriba o abajo.




11. Necesitan muchas horas de sueño. Se despiertan con la luz del amanecer y se van a dormir antes de que oscurezca para evitar a los depredadores nocturnos.

12. Las ardillas rojas no hibernan en invierno, sino que se mantienen activas buscando y comiendo lo que escondieron durante los meses más cálidos.

13. Se reproducen entre finales del invierno y comienzos del verano. Su embarazo dura treinta y ocho días y suelen criar de dos a nueve ardillitas.

14. Las ardillas rojas nacen completamente ciegas y son dependientes de su madre un par de meses. Al ser mamíferos se alimentan de leche.

15. Su esperanza de vida depende de la cantidad de alimento que consigan recolectar en invierno. Pero por lo general, es de cinco a diez años.

16. Sus dientes no paran de crecer, aproximadamente quince centímetros al año. Por eso, es tan importante proporcionarles frutos secos con la cáscara porque deben roer mucho para erosionarlos.

17. Son animales perseverantes y aprenden muy rápido. Las ardillas son capaces de saber si una nuez está en mal estado por su peso o si está lo suficiente madura solo con olerla.

18. Las ardillas rojas son muy dramáticas y suelen mentir muy bien. Cuando se sienten observadas, cavan un agujero falso para fingir que depositan el alimento en él. Pero al final, lo esconden en su boca y lo llevan a otro lugar.

19. Ven genial tanto focal como periféricamente. Aunque sus ojos no perciben muy bien los colores, tienen la capacidad de reducir los brillos del sol para no deslumbrarse.

20. ¿Y por qué su pelaje es rojo? ¡Por pura supervivencia! Pues les ayuda a camuflarse entre los árboles durante el otoño, época en la que más alimentos recolectan y por tanto, más tiempo pasan fuera de sus nidos.



¡Y hasta aquí ha llegado el post de hoy! Espero que os haya gustado e inspirado. ¿Os gustan las ardillas? ¿Os ha sorprendido algo de lo que os he contado sobre ellas? ¡Espero vuestra respuesta en los comentarios! Y de paso, os mando un abrazo.

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