Mi visita al Parque Botánico y los Jardines de Creta


Algo que suelo hacer cuando viajo, es visitar los jardines botánicos. The Huntington en Pasadena (California) y el Botanisches Garden de Berlín están entre mis favoritos. En abril pasé tres días en Atenas y desde allí viajé a Creta. Me alojé en un hotel con mucho encanto (del que pronto os hablaré), no muy lejos del Parque Botánico y Jardines de Creta. Es más conocido como Botanical Park & Gardens Of Crete, un jardín botánico situado en plena montaña y a una distancia de treinta minutos en coche desde La Canea.




La entrada cuesta siete euros, pero te aseguro que la amortizarás bien. Se trata de un lugar muy especial en donde predominan los árboles de cítricos, las hierbas aromáticas y los pavos reales. Diría que es un plan para disfrutar en calma y con todos los sentidos porque recorrerás un paisaje cretense mágico. Y lo mejor, es que apenas hay gente. Lo que hace único a este jardín botánico, es que su recorrido comienza bajando una montaña y acaba subiéndola. Irás encontrando las plantas y los árboles de todo el mundo a ambos lados de un sendero de 2,5 kilómetros (cuenta con unas dos horas para verlo tranquilamente).




Como todo lo que visité hasta ahora en Grecia, me impresionó por lo diferente y creativo que era. Es un lugar cuidado al detalle y hasta había esculturas, jarrones de cerámica o decoración entre la vegetación. Y claro, en él abundan los pavos reales que campan a sus anchas por todo el parque. Es una ave que me fascina debido a la combinación de colores de sus plumajes. Me llama mucho la atención y puedo pasarme horas observándolos. Tuve mucha suerte porque los pavos reales estaban muy activos y pude ver el baile que hacen durante el cortejo.




Y tras la caminata, llegó lo mejor. Visitamos su restaurante y nos sentamos en la terraza a disfrutar de una comida griega riquísima con unas vistas espectaculares. Creta siempre sorprende de alguna manera. En este caso, me encantó probar el postre que nos sirvieron de regalo: un té típico de la región, acompañado de mandarina y naranja de los árboles del propio botánico. No te olvides de pasar por su tienda donde se venden productos locales como aceite de oliva, mermelada o miel. Esta última es una excelente idea de souvenir de Creta porque las abejas se suelen alimentar de los naranjos en flor.





¡Y hasta aquí ha llegado el post de hoy! Espero que mi visita al Parque Botánico y los Jardines de Creta te haya gustado e inspirado. ¿Has estado alguna vez en Creta? ¿Sueles visitar jardines botánicos? ¡Espero tu respuesta en los comentarios! Y de paso, te mando un abrazo.

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Comentarios

  1. Es muy bonito, me gusto la entrada, saludos:D

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  2. Hola, Pepa!
    Que bien cuentas tus viajes. Através de tus palabras, me haces "volar". Las fotografías, son espectaculares.
    Un beso!

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